domingo, enero 22, 2006

el revés del alma

... por muy enredada que estuviera mi alma, en un profundo y lúcido recodo, lo sabía. Yo crecería, me haría mujer. Es un acontecer inevitable, los humanos no podemos encerrarnos como lo hacemos con las ramas de un bonsái. Algún día yo crecería, como ahora lo estoy haciendo, y Rodrigo, insaciable buscador de su niñez, tendría que encntrarla en otro lugar, un lugar que no sería yo...



lo siento, lo siento mucho...